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Este espacio ha sido pensado como una herramienta a través de la cual los alumnos puedan acercarse a materiales y guías de actividades que les serán útiles durante el año lectivo como también para quienes se interesen por los temas que aquí se ofrecen

jueves, 24 de febrero de 2011

LA FAMILIA Y EL LUGAR DE LA MUJER EN EL MUNDO PERONISTA

La posibilidad del voto femenino no rompe con la idea tradicional del lugar asignado a la mujer desde décadas anteriores. El peronismo refuerza ese lugar para la mujer, ahora también desde la militancia y la ayuda social. Las imágenes que construye desde sus discursos, su propaganda, el cine y todo tipo de representaciones, apuntan a mostrar a la mujer siempre en el marco de la vida familiar, como esposa y madre, ayudando a los niños en las tareas escolares, dedicada a los quehaceres de la casa y como compañera de su esposo.
Las acciones de la Fundación Eva Perón, y la legislación social del peronismo buscan dar lugar y reconocer derechos para los más desposeídos de la sociedad y desde este lugar, más allá de ampliar e incorporar desde el Estado a sectores hasta el momento olvidados, refuerza el modelo tradicional de familia y sociedad que se pretende sostener:
     • La máquina de coser, bien muy preciado para la económica familiar, será entregado por la Fundación Eva Perón como alternativa económica válida que no aleja a la mujer de su hogar. Se destaca incluso en campañas publicitarias la educación de las mujeres como consumidoras, responsables de la economía doméstica. 
     • Las madres solteras son alojadas en hogares de tránsito, la protección y el reconocimiento que les brinda el Estado a estas mujeres pretende garantizarles un nuevo lugar. El cine y la radio construirán figuras de mujeres solas - madres solteras o abandonas - luchadoras y fuertes, que merecerán ser “salvadas y redimidas” por un hombre, como en Mercado de Abasto, 1954, dirigida por Lucas Demare, con Tita Merello y Pepe Arias.
     • La figura de la enfermera, el  equivalente femenino al trabajador industrial, se constituirá en una figura emblemática del peronismo, la Fundación desde su escuela de Enfermería destaca las virtudes de altruismo, abnegación, asistencia, curación, todo bajo la “guía espiritual de Eva”.
Para trabajar con este eje sería interesante comparar y contrastar todo tipo de fuentes, primarias como los propios discursos de Eva o secundarias como los trabajos de Gené, Nari o Ballent entre tantos otros. También se puede recurrir a documentos oficiales, fuentes orales, imágenes, audiovisuales además de los audios aquí sugeridos.
«La madre de familia está al margen de todas las previsiones. Es el único trabajador del mundo que no conoce salario, ni garantía de respeto, ni límites de jornadas, ni domingo, ni vacaciones, ni descanso alguno, ni indemnización por despido, ni huelgas de ninguna clase... Todo eso -así lo hemos aprendido desde "chicas"- pertenece a la esfera del amor... ¡y lo malo es que el amor muchas veces desaparece pronto en el hogar... y entonces todo pasa a ser "trabajo forzado"... obligaciones sin ningún derecho...! ¡Servicio gratuito a cambio de dolor y sacrificios!
Yo no digo que siempre sea así. No tendría yo derecho a decir nada, desde que mi hogar es feliz... si no viera todos los días el dolor de tantas mujeres que viven así... sin ningún horizonte, sin ningún derecho, sin ninguna esperanza.
Por eso cada día hay menos mujeres para formar hogares...
¡Hogares verdaderos, unidos y felices! Y cada día el mundo necesita en realidad más hogares y, para eso, más mujeres dispuestas a cumplir bien su destino y su misión. Por eso el primer objetivo de un movimiento femenino que quiera hacer bien a la mujer... que no aspire a cambiarlas en hombres, debe ser el hogar.
Nacimos para constituir hogares. No para la calle. La solución nos la está indicando el sentido común. ¡Tenemos que tener en el hogar lo que salimos a buscar en la calle: nuestra pequeña independencia económica... que nos libere de ser pobres mujeres sin ningún horizonte, sin ningún derecho y sin ninguna esperanza!»
Eva Perón, La razón de mi vida 
Peuser, Buenos Aires, 2da edición 1951 (páginas 273 a 276)

      

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